Generalmente cuando
adquirimos una campana Sanaire nos preguntamos ¿para qué sirven los filtros?
¿los debo cambiar o lavar? ¿cuánto me pueden durar? ¿dónde los puedo comprar?.
Muchas veces pedimos información a otras personas de línea blanca o aquellas
que tienen una campana o en internet. Esto es como todo, hay tanta información
que a veces nos explican cosas erróneas que creemos que son ciertas. Pero hoy
les hablaremos de nuestros filtros y aclararemos muchas de sus dudas.
Regresando al tema de los
olores en la cocina, nuestro filtro hará que el aire sea limpio, sin embargo
hay que recordar que tendrá una mejor calidad del aire si su campana es
extractora. Todo lo anterior evitará que tenga experiencias desagradables por
ejemplo, que cocinan pescado y de repente les llegan visitas a su casa y todo
el olor se queda impregnado en la sala o en las habitaciones, o peor aún cuando
están haciendo una comida sorpresa y los olores los delatan y no les queda otra
que comprar aerosoles para disimular los olores.
Uno de los errores más
comunes es que digan que el filtro electrostático blanco se puede lavar; sin
embargo al hacer esto, el filtro pierde
sus propiedades y ya no atrapa la grasa. ¿Se imaginan todo el tiempo, dinero y
esfuerzo que tendrían que invertir en hacer eso? ¡que desgastante! ¿no creen?. Nuestros
filtros son fáciles de cambiar y prácticos, así ustedes no tendrán que trabajar
mucho.
También pensamos en la
naturaleza y en el futuro de las siguientes generaciones, por lo que nuestros
filtros son biodegradables, significa que una vez que los tire a la basura, los
filtros se degradarán solos con el paso del tiempo.
Para concluir, les damos un
consejo: tengan cuidado al comprar filtros, por ejemplo te ofrecen un filtro de
carbón activado y no lo es, simplemente pintan una tela de color negra. Se
imaginan, ¡que peligroso! ¡Lo tóxico de la pintura cae en la comida o
se distribuye en el ambiente!. Con el filtro electrostático pasa algo
similar, te venden una tela blanca y cuando cocinas, la grasa se distribuye en
tu cocina y en la campana. Si una chispa de fuego cae en la tela, se puede
propagar un incendio. Ya saben “lo barato sale caro”.
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