El Sol es la estrella más cercana a la Tierra y el mayor elemento del sistema solar. Es nuestra principal fuente de energía, que se manifiesta en forma de luz y calor. Ha sido objeto de veneración desde hace miles de años por diversas culturas alrededor del mundo, como: los Egipcios, los Griegos, los Mayas, etcétera; por ejemplo el dios del Sol en Grecia era llamado: Helios, que significa “centro” y en Egipto era llamado: Ra, que significa “Gran Dios”.
El estudio del Sol ha tenido siempre particular interés, tanto por la importancia capital que desempeña en la vida terrestre, como desde el punto de vista astronómico, por ser la única estrella directamente observable, pieza básica para la comprobación de muchas teorías estelares. El sol cumplió un rol primordial para el origen de la vida sobre la Tierra, como lo explica la teoría del “caldo primitivo”, generada por el científico A. Oparin.
"Como sentado en un trono real, el sol gobierna la familia de planetas que giran alrededor suyo".
Nicolás Copérnico
El sol tuvo también, y tiene, un papel imprescindible en el desarrollo de la vida en nuestro planeta. Proporciona luz y calor a la tierra y provee de energía a todos los animales y vegetales. Sin el sol no podría haber vida en el planeta Tierra. También ayuda a medir el paso del tiempo, a medida que la tierra gira sobre sí y alrededor del sol se producen el día y la noche y las estaciones.
El sol es imprescindible para la vida. En el ser humano, entre otras cosas, es necesario para la síntesis de vitamina D, favorece la circulación sanguínea y mejora el desarrollo de algunas enfermedades de la piel.
La sociedad actual asimila bronceado con salud, y no siempre están relacionados. Deben sopesarse muy bien los efectos positivos con los potenciales efectos negativos producidos por la exposición intensa (quemaduras de la piel y lesiones oculares) o por la exposición crónica (envejecimiento, manchas y lesiones cutáneas y el cáncer de piel). Son especialmente nocivas las exposiciones sin protección a edades infantiles y jóvenes, claramente relacionadas con el riesgo de aparición del melanoma (cáncer de piel).
La sociedad actual asimila bronceado con salud, y no siempre están relacionados. Deben sopesarse muy bien los efectos positivos con los potenciales efectos negativos producidos por la exposición intensa (quemaduras de la piel y lesiones oculares) o por la exposición crónica (envejecimiento, manchas y lesiones cutáneas y el cáncer de piel). Son especialmente nocivas las exposiciones sin protección a edades infantiles y jóvenes, claramente relacionadas con el riesgo de aparición del melanoma (cáncer de piel).
El sol es imprescindible para que haya vida en la Tierra, pero el exceso de sol sin protección puede tener efectos muy nocivos para la gente. Para protegerse de estos efectos perjudiciales, la piel del ser humano produce una sustancia que impide que las radiaciones solares más perjudiciales penetren en la piel, la melanina, que es la que da el color moreno a la piel. Su producción se estimula por el efecto del sol o por productos químicos.
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